Si la conciencia conoce la existencia de un ritmo, en este se incluye el hacer consciente «las cosas», de las cuales se conoce una evolución peculiarmente distinta…
La conciencia de las cosas como la de sí misma, estaría completamente desfasada incluyendo a los mismos acontecimientos que se suceden de modo específico.
La toma de conciencia de la cosa, no cambia en ésta nada.
Ni conoce hasta qué punto no la conoce.