Me he estado preguntando mucho más de lo habitual en este preludio emocional que se supone bajo el concepto de «inteligencia emocional». Creo que era una de las bases de algunos (para mí) antiguos métodos y prácticas que tuve el agrado (o la desdicha) de conocer e implementar. Quizá será porque cuando tomaba conciencia de lo que podía discernir y, el poder y efecto (o ilusión) de control sobre uno mismo, no sabría realmente las consecuencias de aquél auge que participaría como papel principal en esta superespecie transmutada del sentir. Ya sentir, no es parte de una espontaneidad no analítica e inevitable. Cada emoción, podemos nombrarla, representarla, caracterizarla, medirla y hasta controlarla.
Bajo el concepto de «Vivir la emoción» nos confundimos como superiores a éstas creyendo que, porque tenemos la capacidad de vida, entonces nos corresponde su dominio (el ego de superioridad que se aplica por sobre todo lo terrenal ahora también en nuestras vulnerabilidades naturales). Que no estorben, o que nos gratifiquen… Cualquiera que sea el interés práctico, creeremos que hemos avanzado como personas porque podremos dar un discurso sin pánico escénico o, no reaccionar ante la idea de algo que nos molesta… Quizá algún día podamos llegar a ser genocidas sin sentir culpa. Aunque con cierta pasividad lo somos… hemos perdido las emociones.
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Me estás corriendo el piso. UAO
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Tu critica a la critica inicio una discusión con mi nuevo conviviente, pero decidimos dejarla en pausa porque no quisiéramos continuarla sintigo.
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Gracias por dejarme testigo de sus discusiones jajaja
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